“No desfallecer en la lucha por la libertad, la paz y la justicia a favor del pueblo, golpeado por una aguda crisis humana, moral y social”, es el compromiso de la iglesia venezolana en homenaje al obispo mártir
Son diversos los homenajes que la iglesia venezolana tiene previstos para recordar a monseñor Andrés Salvador María del Carmen Montes de Oca Perera, con motivo de cumplirse los 75 años de su fusilamiento, ocurrido el 6 de septiembre de 1944, cuando a manos de las tropas del ejército nazi fueron torturados y asesinados varios religiosos del convento La Cartuja de la Farneta (Italia), entre ellos el “Hermano Bernardo María” como era conocido, según los datos aportados por la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV).

Las actividades contemplan exposiciones, proyecciones de documentales, conferencias y celebraciones religiosas, todas en el interés de dar a conocer la vida y obra del que fue el segundo obispo de Valencia (estado Carabobo), y cuya causa de beatificación fue iniciada el 11 de marzo de 2016. El cardenal Baltazar Porras dio inicio a esta conmemoración con una misa que presidió el jueves 5 de septiembre en la catedral metropolitana de Valencia.
“Monseñor Montes de Oca fue un hombre débil físicamente pero fuerte en su trabajo pastoral”, dijo Porras en la misa en la que estuvo acompañado por el arzobispo Reinaldo del Prette Lisott, monseñor Diego Padrón Sánchez y buena parte del clero valenciano. Dejó ver que Montes de Oca siempre fue ejemplo de vida cristiana, primero como seminarista en Carora (Lara), donde llegó al mundo el 21 de octubre de 1895; y luego, en la diócesis de Barquisimeto donde fue ordenado sacerdote el 14 de mayo de 1922.
Comentó que al ser elegido como segundo Obispo de Valencia, el 23 de octubre de 1927, Montes de Oca desarrolló “una cercanía permanente con la gente” y mostró preocupación por los derechos humanos, por los pobres y los presos que estaban en el Castillo de Puerto Cabello. “En el marco de aquellos momentos tan difíciles de 1928, cuando comienza ese levantamiento contra la dictadura de Juan Vicente Gómez, en Caracas, indudablemente el ánimo del régimen en contra de cualquiera que tuvieran alguna disidencia, lo llevó al destierro”, dijo el administrador apostólico de Caracas y arzobispo de Mérida.